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Ansiedad por la comida: ¿Podemos gestionarla?

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La ansiedad por la comida es un problema que, de forma puntual o regular, aparece en numerosas personas. Se caracteriza por una incontrolable necesidad de ingerir alimentos en gran cantidad en un corto espacio de tiempo. Dicho espacio de tiempo es relativo, y lo solemos medir comparándolo con lo que normalmente podríamos comer en el mismo rato si no tuviéramos ansiedad. Pero ¿por qué aparece la ansiedad por la comida? ¿Es algo habitual que se puede tratar?

¿Qué es la ansiedad por la comida?

La ansiedad es uno de los problemas más habituales a los que se enfrentan actualmente los profesionales de la salud mental. Normalmente lo asociamos con sus síntomas físicos, como las palpitaciones, el sudor frío o la falta de aire. Sin embargo, es un paraguas que abarca numerosos problemas, teniendo todos como base la ansiedad. Dentro de estos problemas, encontramos la ansiedad por la comida.

Se caracteriza por la impulsividad a la hora de ingerir alimentos, no poder parar y llegar a encontrarnos física y psicológicamente mal después de hacerlo. A veces, las cantidades son muy elevadas, pero no siempre. Es el mero hecho de perder el control el que ya nos puede llegar a hacer sentirnos mal. Puede sumarse a esto la culpa, la baja autoestima o rasgos depresivos.

Ansiedad por la comida y obesidad

Erróneamente asociamos tener ansiedad por la comida con tener sobrepeso u obesidad, cuando no siempre es así. Como hemos dicho anteriormente, no solo llegamos a ingerir grandes cantidades de comida; es la impulsividad y la pérdida de control lo que realmente caracteriza a este problema. ¿Entonces por qué lo asociamos?

Ocurre que, cuando una persona que no está contenta con su cuerpo empieza a observar todos esos hábitos que tienen que ver con su alimentación. De esta forma detecta la ansiedad por la comida. Una persona que, independientemente de su peso, esté satisfecha con su imagen corporal, si tuviera ansiedad por la comida, no observaría que hay determinados patrones que son perjudiciales (aunque siempre hay excepciones).

Por tanto, la ansiedad por la comida podría aparecer en cualquier persona, independientemente de su peso y de la satisfacción con su imagen corporal, aunque no siempre sea detectado.

Círculo adictivo

¿Cómo puede llegar una persona a sufrir ansiedad por la comida? Cualquier cosa que nosotros ingiramos -comida o bebida- llega a producir corporalmente un estado de relajación. Es un mecanismo físico innato y natural. Si una persona que siente malestar emocional, al comer cierto tipo de alimentos, nota que se relaja, inconscientemente va a asociar la comida a estar tranquila. Si su malestar continúa y durante varios días come al tener ansiedad, su cerebro seguirá asociando la comida con la tranquilidad. Esto irá en aumento, ya que llega un punto donde ni siquiera lo que ingiramos nos calmará y aumentaremos la cantidad. Y cuando la cantidad sea muy elevada, aparecerán además emociones negativas, como la culpa, la vergüenza o la tristeza. Entonces, ¿dejaré ahora de comer en gran cantidad? Realmente no. Empecé a comer inconscientemente para huir de estados emocionales negativos. Si esos estados ahora han aumentado, mi ya instaurado patrón psicológico, me va a hacer seguir comiendo. Aparece un círculo adictivo con la ansiedad por la comida. Me encuentro mal, como, me alivia unos minutos, me encuentro peor. Entonces, si me sigo encontrando peor, como, me alivia, me castigo. Y el círculo sigue repitiéndose.

Las emociones básicas que más asociamos a la comida son el miedo y la tristeza, y las emociones secundarias son la culpa y la vergüenza. Entender dónde se originaron, cómo aparecen actualmente y qué las mantiene, nos ayudará a comprender la totalidad de la ansiedad por la comida que estemos sufriendo.

Un problema que no está aislado

La ansiedad por la comida no es el origen de todo nuestro malestar, sino la punta del iceberg, el síntoma que nos ayuda a ver que algo va mal. Cuando tenemos fiebre, que es el síntoma que vemos, es porque hay un problema físico que necesita ser tratado. Esto es lo mismo que nos ocurre con la ansiedad por la comida, algo que nos está marcando que hay diferentes problemas que en nuestra vida no estamos gestionando correctamente. Dichos problemas estarán relacionados con el miedo, la tristeza o la culpa y estarán apareciendo en otras áreas, como puede ser el entorno laboral o familiar, pero también con cómo nos relacionamos con nosotros mismos o cómo gestionamos la soledad.

También podemos observar como lo que nos llevó a la ansiedad ocurrió hace varios años, pero el círculo vicioso se ha mantenido y no hemos sabido reconducirlo. En estos casos, también podemos tratarlo observando cómo se retroalimenta con pequeños problemas actuales.

¿Puede solucionarse la ansiedad por la comida?

Los expertos en Psicología Nutricional pueden orientarnos a descubrir cuáles son los orígenes de nuestro problema, cómo aparece y se mantiene actualmente y qué herramientas podríamos usar para gestionarlo. Es un problema que afecta cada día a más personas y que puede tratarse en una consulta psicológica. Reconocer que nos está sucediendo y que necesitamos apoyo para salir de ello, es un punto muy importante hacia el bienestar emocional.

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Ángel Rull

Ángel es Licenciado en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y tiene un Máster en Investigación Psicológica Aplicada a las Ciencias de la Salud. Es especialista en manejo emocional, Psicología Positiva y Psicología de la Obesidad. Escribe para medios nacionales como El Periódico sobre Psicología para concienciar sobre la salud mental.

1 comentario en «Ansiedad por la comida: ¿Podemos gestionarla?»

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