Hace poco leía de los Hikikomoris. Este fenómeno nace en Japón y son personas que se aíslan en su habitación y se crean allí su universo. No salen a tomar cañas, ni a pasear, ni a comer fuera, ni a bailar, ni hablan con su familia. Solo salen de su habitación para ir al baño donde tienen todo lo necesario para conectarse con el mundo exterior. El ordenador, el móvil y la Play.
¿Pero es cierto que las tecnologías te conectan? ¿Con quienes te conectan? Lo cierto es que el uso de las nuevas tecnologías está creando problemas nuevos, adicciones nuevas, nuevas formas de relacionarse. Las tecnologías te solucionan problemas pero no te conectan, te desconectan.
Vivimos pegados al móvil. Si estamos en una mesa con amigos lo consultamos continuamente. Nos llevamos el móvil a la cama con nuestra pareja. Se nos olvida desconectarlo en el cine. Lo utilizamos para todo, no solo para hablar… de hecho, hablar por el móvil ha quedado tan anticuado que a mi misma me da vergüenza llamar por teléfono. Como decía, lo utilizamos para todo. Mandar mensajes, escuchar música, consultar la hora, leer las noticias o incluso libros, consultar un mapa, mirar videos, buscar información. El móvil se ha convertido en una extensión de nuestro cuerpo. Todo lo hacemos por una pantalla(móvil u ordenador u portátil, da igual).
Sin negar que tanto el móvil y el ordenador nos ayudan a agilizar trámites y nos ahorran tiempo también implican otras cosas: la total desconexión con nostros mismos y con las demás personas. Conectados a las tecnologías pero desconectados de nosotros mismos, de nuestros sentimientos, de nuestras emociones, de nuestro sentir, de nuestra pareja, a la que ya no la miramos ni a la cara.
Volviendo al fenómeno Hikikomori. Según los especialistas, este trastorno en el que la persona va abandonando progresivamente la sociedad, se ve reforzado por la utilización de internet. Al tener el smarphone, la consola, internet y demás tecnología estas personas se refugian en este mundo y se fabrican los amigos de esta manera. No estoy diciendo que todas las personas tengamos este trastorno, pero sí quiero hacer una llamada de atención para que las personas se cuestionen su nivel de enganche a la tecnología.
En este momento es viernes y son casi las 8 de la noche. En una pausa mientras escribo este artículo abro la ventana y recibo el viento en mi cara. Esto es lo que quiero sentir. ¿Es lo que quieres sentir tu? El viento en la cara cuando toque viento, el sol, la lluvia. Sentirlo de verdad. Nos hemos desconectado de nosotros mismos para conectarnos con algo que no podemos acariciar.
Te animo a lo siguiente:
- Desconecta el móvil y acaricia a tu pareja.
- Quita los datos o apágalo o llévalo lejos.
- Concéntrate en lo que haces, en una sola tarea sin hacer varias cosas a la vez. Esto mejorará tu rendimiento.
Mira a tu pareja a los ojos cuando la hables, esto facilitara conectar de nuevo con ella y avivar el deseo si es que se ha perdido. - Tomate un café o un té o una bebida que te gusta saboreándola o, aún mejor, mete en tu boca un trozo de chocolate y espera a que se derrita sin engullirlo en 2 segundos. Te darás cuenta de los diferentes sabores del chocolate que no has apreciado hasta ahora.
- Aprende a meditar y dedícale 10 minutos al día. Aprenderás a estar contigo, a sentirte, a tomar conciencia de lo que te duele, molesta o incomoda.
- Sal a pasear y centra tu atención en algo que te guste. Pueden ser las luces de la calle por donde vas, un animal que pasea con su dueño, lo que te apetezca. Dedica unos momentos a observarlo detenidamente. Esto hará que relajes tu mente saturada de miles de cosas a lo largo del día.
- Cuando te sientas angustiado/a hazte unas caricias en el brazo. Esto te consolará y te sentirás mejor. De la misma manera que podemos dar consuelo a los demás también podemos hacerlo con nosotros mismos.
Prepara la comida y hazlo con amor, con auténtico amor. Concéntrate en esta tarea y veras como tu creatividad a la hora de cocinar aumenta porque estarás concentrado en ello. - Y por último, habla con las personas mirándolas a la cara, escúchalas atentamente y no te olvides de sonreír.
- Besos y abrazos a todos y todas
#desconectaelmovilyconectacontucuerpo
Imparto talleres regulares para aprender a escucharte y conectar contigo. Siente.
El leon que no se atreve a cazar presa se queda con hambre
Gallo ciego, no sabe eleigir a su pareja por eso le abandona su esposa.