Me desperté y algo raro corría dentro de mi. Sabía que podía tener 2 tipos de virus. El maligno que corre a día de hoy por el país y el mejor virus que existe, que te hace inmune y es más valioso y poderoso que cualquier vacuna. El virus del amor, el virus de la amistad, el virus del corazón que mueve el mundo. Me lo inyecte y rápidamente sentí sus beneficios. Me llene de recuerdos bonitos de la infancia, de todas las personas buenas que pasaron por mi vida, de mi familia y de todas las cosas bonitas que me quedan por vivir. Si dentro de tu cuerpo conservas todos estos anticuerpos, venceremos al enemigo y no solo nos valdrá para curarnos, si no, que haremos un mundo mejor y en más armonía para el futuro, que unirá países y culturas de por vida.
Hola Juan, agradezco enormemente tus palabras. Es un texto precioso, que alienta a todas las personas a seguir conectadas con los demás.
Muchas gracias por compartir tu generosidad artística.
Me quedo con la intriga de seguir leyendo tus textos, ya que haces más agradable este confinamiento.
Un abrazo!
Me encanta el nombre "Virus del Amor" y el texto que has escrito.
En estos días donde no podemos relacionarlos con los demás es tan importante tener estos recuerdos bonitos de lo que hemos vivido en compañía de las personas que queremos. Una vez que termine esto, tendríamos que hacérselo sentir de una manera mucho más fuerte.
A veces, la falta de tiempo nos excusa de tantas cosas que nos hace no ser consciente de todo lo que estamos perdiendo, sirva estos días para reflexionar de lo que realmente es importante.
Reflexionemos como son nuestras conversaciones con las personas que están cerca de nosotros, si las estamos escuchando realmente o simplemente hacemos que si, reflexionemos que si alguien viene a contarnos alguna preocupación si les escuchamos o lo primero que hacemos es contarle cosas que nos esta ocurriendo a nosotros, si respectar su momento de expresar lo que esta necesitando. Creo que escuchamos muy poco a los demás..., empecemos a hacerlo.
Un fuerte abrazo a todos y que corra mucho el virus del amor.
Me ha encantado el texto, se agradece leer cosas así en estos días
